viernes, 28 de diciembre de 2012

El té de las cinco.

 Eran las cuatro y media. Permanecía impasible, fría, con la mirada en el infinito. Sentada en su sillón Luis XV, regalo de su abuela. Familia de rancio abolengo la acompañaba generación tras generación, convirtiéndola en una de las mayores riquezas de Inglaterra.
Se había casado muy jovencita con el hijo de una familia muy adinerada.Una boda concertada por ambas familias. Apenas se conocían cuando contrajeron matrimonio , pero con el tiempo se enamoró perdidamente de él.
Después de cinco años de matrimonio él le fue infiel con una amiga suya y ella se enteró. Fue la comidilla de todo su circulo, amigos y familia.
Llevaba tiempo sin salir , sin tener vida social . Se avergonzaba de que la vieran y comentaran su desafortunado matrimonio .No podía permitirlo dado su estatus y lo que ello representaba para su familia.
Llamó a la criada haciendo sonar la campanilla . Faltaban diez minutos para tomarse su té y a ella, como buena inglesa, le gustaba la puntualidad.
Se abrió la puerta y Adela la criada  entró dejando la bandeja encima de la mesita.
- Señora, ¿desea que le sirva el té?.
- No, gracias Adela ,aún no son las cinco. Lo haré yo misma. Puede retirarse.
Un rayo de luz entraba por la ventana dejando más visible el color de su cabello cobrizo, recogido en un moño bajo. Sus ojos eran claros y sus labios siempre pintados de rosa pálido ofrecían un toque de serenidad y elegancia que le hacían aun más distinguida.
La luz le impidió ver que su esposo había entrado en la habitación y hasta que no lo tuvo cerca no
percibió su presencia,
Su mirada se torno fría.  Su rostro cambió . No deseaba verlo. No podía ni debía perdonarlo .Le había dicho que tenía que abandonar la casa. A fin de cuentas era suya. Herencia de su abuelo materno.
El la miro suplicante buscando un mínimo de perdón. Se sentó junto a ella y acarició su mejilla depositando un leve beso. Ella le retiró la cara bajando la mirada. Su corazón palpitaba fuertemente y durante unos segundos estuvo tentada de devolverle aquel beso que para ella hacía  tiempo habría significado mucho, pero ahora, era tanto su dolor que sólo sintió rechazo.
Le suplicó que lo perdonara. Había sido un error. El la amaba . Siempre fue así. Ella se mantuvo insensible ante los ruegos de él.
Lo vió alejarse cruzando el jardín y por un instante se quedo quieto, quizá esperando que ella fuera a su encuentro.  Pero no fue así. Abrió la verja y desapareció.
Las lágrimas bañaron  su rostro sin poderlas controlar sintiendo como si el aire se comprimiera  a su alrededor, produciéndole un gran estremecimiento.
Rápidamente se dió cuenta y las apartó apresudaramente. Cogió  un pequeño espejo. Limpió sus mejillas. Retocó su cabello y pintó sus labios de rosa pálido.
Tocó nuevamente la campanilla y Adela, su criada, entró en la habitación.
-¿Qué desea señora?
- Adela, tráigame otro té.Se ha quedado frío.
-¿ La cena a las ocho para el señor y para usted ?
- No, Adela. El señor ya no volverá ... Se ha ido para siempre. Prepare mi equipaje. Me ausentaré durante unos días.
- Como usted diga,señora . Ahora mismo le traigo el té.
Se sentó en su sillón como si éste la protegiera, con su mirada ausente, fría, impasible, digna.





domingo, 23 de diciembre de 2012

 Os invito a que accedáis a esta pagina La blogoteca, donde me he presentado. Agradecería vuestro voto, a continuación os la escribo. Gracias un saludo y Feliz Navidad para todos.<script type="text/javascript" src="http://lablogoteca.20minutos.es/widget/blog/32410/"></script>
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sábado, 22 de diciembre de 2012

    El derecho a la pataleta

     No puedo por menos de sentir rabia ante la situación que en estos momentos estamos viviendo en España y a veces hasta me avergüenzo de ello por dejar que las cosas hayan sucumbido a este desastre, del que muchos estamos siendo victimas de ello..

    Hoy como muchos sábados he ido a comprar al Mercado Central de mi ciudad, cosa que dicho sea de paso, me encanta. El olor , la gente , los puestos.Voy aquí, voy allá, aquí me gusta más ....
   Al salir había una pequeña manifestación , como está siendo de costumbre últimamente, en contra de unos arcos que hace años pusieron que pegaban como una patada, pero vaya usted a saber de quién era amigo el  arquitecto en cuestión. Pero a lo que estamos. La broma cuesta setecientos mil euros. Quitarla y restaurar el lugar. Unos arcos HORRIBLES que llevan un montón de años y que ahora, de repente, con la crisis que hay, a unos cuantos imbéciles se les ocurre cambiar. Pero,¡ por favor!. ¿Esto que es?. ¿Una tomadura de pelo?. Sí.
De unos cuantos sinvergüenzas y chupópteros, como es nuestro alcalde , que más le valía retirarse a un monte con las cabras, con todos mis respetos a ellas, y dejar en paz nuestra ciudad que lo único que hace es endeudarnos hasta la pestañas.Y aunque cara al exterior quiera presumir de ciudad, no se da cuenta que lo pagamos los ciudadanos y que en este momento nos importa un pito. Que se queden las cosas como están que bastante tenemos cada uno con pagar nuestras hipotecas y alquileres y sobrevivir a este desastre que entre ellos  han organizado.

        No es una utopía pero,¡ por favor!, sí una ofensa enorme ante la cantidad de personas que ya están pasando hambre, que no pueden pagar su día a día  que están sin TRABAJO. Que estáis quitando un montón de ayudas , de becas de comedor , de estudios. Que os estáis metiendo con todo aquello que habíamos ganado . Nuestros derechos, como personas y como ciudadanos.

       Que inviertan ese dinero en todas las necesidades que estamos cada día necesitando. Pero claro, eso no les aporta beneficio y mientras nuestro ayuntamiento está en déficit y con una deuda enorme que claro, al final pagamos todos. La gente seguimos o siguen votando a esta pandilla de INEPTOS que lo ultimo que son es buenos políticos  Porque ahora no hay ideologías en las que creer, como cuando yo con veinte años me iba a poner carteles y creía en lo que hacía y por qué lo hacía. Ahora me da igual del color que sean . Una pandilla de ladrones que viven a costa de los demás y que no tienen ni idea de como dirigir un país.

Seguiremos protestando , seguiremos manifestándonos e intentando cambiar el mundo.  Por supuesto soy consciente de que ello  va a ser muy difícil,  sobre todo en esta sociedad en la que llevamos muchos años no dando ningún valor a nada, porque nos hemos centrado en tener más que nadie. Si no tienes no eres nadie. Nos olvidamos de muchos valores que quizá las generaciones de nuestros abuelos nos dejaron y hemos pasado por encima de ellos .Se han perdido en el camino convirtiendo esta sociedad en lo más vanal y superficial. Espero que ésto ahonde en nuestra conciencia y resurjamos  para construir un mundo mejor del que todos formemos parte.
 Y como dijo Victor Hugo.  Cuando la dictadura es un hecho la revolución se convierte en un derecho.


sábado, 15 de diciembre de 2012

RECUERDOS...


                       Recuerdo aquellas navidades asomados mis hermanos y yo a la ventana viendo nevar, cuando entonces aún nevaba para esas fechas, deseando que mamá nos dejara salir a la calle y fabricar un muñeco de nieve.
Gorro , bufanda , guantes nos acompañaban tras la supervisión de mi abuela, preocupada de que nos pudiéramos acatarrar.

¡Qué divertidos eran aquellos días! . El primer día de vacaciones que llegabas a casa dejabas la cartera y empezabas a disfrutar. Y eso que mamá nos obligaba todos los días a hacer los deberes. Pero aún así me encantaban las navidades. Nos dejaban dormir más rato y el olor a café de puchero me despertaba todas las mañanas. De ahí mi gran afición desde niña por el sabor y el olor de un buen café.

Esos días mamá no trabajaba y el taller de costura estaba cerrado hasta después de Reyes . Ella ya se había preocupado de que todas sus clientas tuvieran los vestidos para esos días. Una gran modista con una gran clientela que constantemente circulaba por mi casa . Hilos , tijeras, botones , telas de todos los colores. Un escenario en el que me crié toda mi vida. A veces me daban un trozo de tela y me enseñaban a coser. Así estaba entretenida. Lo que más me gustaba era mirar a las clientas de mamá cuando se probaban los vestidos y la agasajaban diciéndole lo bien que cosía . ¡Cuánto la admiraba!.Toda su vida entre puntada y puntada.
.
Mamá venía de una familia humilde donde le inculcaron el esfuerzo y el trabajo desde niña. Estudió y cuando fue mayor decidió que  quería dedicarse al oficio de modista montando su propio taller con aprendizas en casa. Y así lo hizo. La abuela siempre la ayudaba cuidando de nosotros. El abuelo había fallecido hacía un año y mamá decidió que se viniera a vivir con nosotros.. Estaba muy triste y no era la misma desde entonces.

Conoció al abuelo siendo muy joven y habían estado juntos casi cincuenta años. La familia de la abuela no vieron bien esa boda. Él era mayor que ella, pero eso no les importó. Fue un flechazo desde el principio y a pesar de las dificultades fueron felices toda su vida.
Nos contaba que al abuelo Anselmo, cuando la guerra, lo habían dado por muerto, apareciendo días después en el monte. Y lo mal que lo pasaron hasta que terminó la guerra. Pero a ellas nunca les faltó de nada y a  pesar de que todo estaba racionado, él se preocupaba de conseguir siempre alimentos. O se iba a cazar al monte y venía con unas cuantas liebres y conejos.Cuando hablaba de él se emocionaba. Mamá nos decía que lo echaba mucho de menos.
Dura vida la de mis abuelos pero juntos lo superaron todo...
Nos encantaba cuando nos reunía a todos los nietos y nos contaba historias de su juventud. Cómo conoció al abuelo . El gran galán que era. Ella tenía dieciséis años y el veinticinco.  Ella de buena familia por lo que el abuelo les parecía poca cosa. Tenía que escaparse de casa y verlo a escondidas de su padre , el cual nunca lo aceptó. ¡Cuánto tuvo que quererlo !
Aquel rostro envejecido con el tiempo, sus ojos negros, aquella mirada triste ...escondía tanto amor,
tanta soledad...
Aquellas navidades, a pesar de que mi abuela estaba triste, logramos animarla. Mamá hizo todo lo posible porque así fuera. Había algo muy especial entre ellas dos y nos lo transmitían de tal manera que nos sentíamos muy felices.
La víspera de noche buena abuela preparada un gran pavo relleno. La cocina se vestía de fiesta , olores que embargaban toda la casa, dulces caseros. ¡Qué gran cocinera!
Subir y bajar de escaleras pues esa noche mamá nos ponía al lado de nuestro cubierto un pequeño regalo para cada uno. Normalmente yo era la que bajaba a comprar los últimos detalles. Miradas de complicidad y una gran sonrisa. Mamá siempre sonreía..
La mesa siempre bien puesta - decía la abuela - . El mantel  bordado por ella,  los cubiertos en este lado, las copas aquí , las servilletas ....cada cosa en su sitio.
Los pequeños detalles son los que nos hacen disfrutar de las cosas- Decía-¡Cuántas veces me acuerdo de ello!
Al año siguiente abuela nos dejó. Mamá nos decía que se había reunido con el abuelo y que ahora ya era feliz. Esas navidades el sitio de la abuela estaba vacío, pero con una nota que decía "Para la mejor madre y abuela del mundo".

¡ Te queremos... Siempre!


martes, 27 de noviembre de 2012

  EL ENCUENTRO:                        


 Habían pasado cinco años desde la muerte de su marido y como cada jueves se juntaba con sus amigas en la misma cafetería de la misma Avenida y a la misma hora. Hacia frío  Se sentó en una mesa donde podía observar la calle , la gente pasar. Pidió un café y no se dio cuenta cuanto rato estuvo allí sentada, con sus pensamientos, disfrutando de ese momento . Era pronto, sus amigas se retrasarían  como siempre, así que saco su libro y se puso a leer.
    -Buenos días! . Un café solo por favor.
Levantó la vista. ¡No podía ser!. ¡ Esa cara!.
En un momento sus miradas se encontraron y ambos dos se quedaron fijamente observándose como si el tiempo se hubiese detenido.
- ¡Marina ! ¿Eres tu?
- ¡Pablo! ¡No puede ser!
-¡Cuanto tiempo!-dijo el - ¿Que haces aquí?

- Vivo en esta ciudad, y llevo años tomándome un café, en este sitio...-dijo ella
Se hizo un silencio. Ambos dos se miraban . Tanto tiempo...
- Espero a mis amigas. Siempre nos juntamos aquí.
- Te invito a un café en otro sitio. Tenemos tanto de que hablar...
No dejaban de mirarse. Cuarenta años los distanciaban. Toda una vida y allí estaban, uno frente al otro, como si todo ese tiempo no hubiese pasado.
- Espera. Voy a llamarlas
Salieron a la calle. Quedaba poco para que anocheciera y anduvieron  hasta llegar a un pequeño café situado en el centro de Manhatan.
- ¡No puedo creer que te haya encontrado después de tantos años! -dijo él
- Ni yo. Me parecía imposible. Te vi entrar y pensé ¡ No puede ser él!

Novios de los quince a los veinte y dos. Estudiantes de derecho en la mima facultad. Su primer amor, sus primeros besos, sus primeras caricias.abrazos , confesiones, lloros y alegrías propios de la juventud.Todo termino cuando el se marcho por exigencias de su padre a estudiar a Estados Unidos, donde paso cinco años . Y allí termino su historia.Una gran historia por la que todos apostaban, dado el amor que se procesaban el uno al otro.
El nunca la olvidó. Se casó. Tuvo dos hijos pero al cabo del tiempo vino el desamor  y el engaño. Su mujer lo abandonó  marchándose con su mejor amigo. Para él un duro golpe. No volvió a rehacer su vida.
Ella feliz. Quiso a su marido . Tuvo una hija. Hacía cinco años que tras la larga enfermedad de su esposo quedó viuda.

Después de tanto tiempo y se habían reconocido. Ella aun conservaba esa dulce belleza de la juventud. Pelo blanco, media melena, ojos azules , mirada serena .
Él parecía un gran galán . Con sus sesenta años mantenía todavía un porte elegante. Cabello canoso, ojos caramelo, mirada fría.

Se amaron con toda la pasión de su juventud y ahora la vida los había juntado, en una cafetería , de una Avenida y en un día cualquiera...
Los días que sucedieron conservaron la ilusión, los recuerdos y el amor que años atrás se habían procesado,
Ella parecía una chiquilla ilusionada. Él,  nervioso, deseaba besarla, abrazarla....

Habían quedado para ir al teatro. Llevaban días saliendo juntos. Sus amigas pensaban que estaba loca, pero a ella le daba igual . Disfrutaba de esa relación que la vida le había ofrecido nuevamente.

Se sentía nerviosa. Eligió para la ocasión un vestido negro, algo escotado. Todavía conservaba unos pechos bonitos. Se pintó los labios de rojo. Hacia años que no lo hacia. Se miró al espejo y le gustó lo que vió. A pesar de sus sesenta años percibió que aún era  una mujer atractiva.
Salió a la calle. Él la esperaba. A medida que se iba acercando hacia él sintió un nudo en el estómago. ¡ Le pareció tan guapo! . Los recuerdos se agolparon en su mente y por un instante recordó la primera vez que hicieron el amor. Nunca lo olvidó...

- ¡Estás preciosa Marina!
- ¡ Gracias!. Tu estás muy elegante..
Caminaron cogidos del brazo. Hacía frío  La atrajo hacía él.  Ella rodeó sus brazos en su cintura . Levantó la cara . Lo miró. Él acarició su mejilla y besó levemente sus labios.
Aquella noche se entregaron el uno al otro como dos chiquillos.Se amaron  Se acariciaron y el placer se apodero de ellos.
Se sintió feliz. El amor de su vida estaba allí, entre sus brazos, su preciosa Marina... Durmieron abrazados esa noche y la siguiente.Y la siguiente.
. .
Llovía. Se refugió en la cafetería donde hacia años se tomaba el mejor café de Manhattan. Se sentó en la misma mesa, al lado del gran ventanal donde podía ver la calle, la gente pasar...Pidió su cortado . Tomó un sorbito. Respiró . Era un gran momento. Alguien abrió la puerta y entró. Se giró a mirar quien era. Buscó con la mirada. No lo vió. Habían pasado veinte años . Él no estaba... Ella sí . En la misma cafetería.  A la misma hora y el mismo día.....







                                 

jueves, 1 de noviembre de 2012

                 EL GRAN DÍA

              Su gran día después de cuatro años de festejo. Hoy se convertiría en la Sra de Gutierrez. Se miraba al espejo con aquel vestido que su madre y su abuela habían  cuidadosamente reformado para ella. Un vestido con el que se casó su madre y que ahora le pertenecía . Satén y encaje vestían su delicado cuerpo dejando ver la perfección de sus formas.Una pequeña diadema cubría su larga melena rubia, llena de bucles.
               Ahora se contemplaba delante del espejo .Iba a contraer matrimonio con el hijo de  una de las mas adineradas familias de la ciudad. Debería de estar feliz. Pero  no era así.....
                Todo había transcurrido muy rápido. Daniel le pidió matrimonio. La adoraba y ella no supo negarse. Había sido preparado todo al mínimo detalle, cuidando cada rincón de la casa con el propósito de hacerlo lo más acogedor posible. Doscientos invitados acudirían aquel día al evento y éso la hacía sentirse muy nerviosa.
                La boda se celebraría allí mismo en la mansión de sus futuros suegros. Estaba todo preparado así lo había dispuesto la madre de su prometido. Los casaría el cura amigo de su suegro, el padre Luis. A Diana  le caía  bien. Existía una gran empatía entre ellos.
                Estaba absorta en sus pensamientos cuando en ese momento entró su madre.

- ¡ Diana !. ¿Aún estás así?. Ya están todos los invitados . ¡ Qué nervios hija! ¡Está todo precioso!. ¡Qué suerte has tenido!. ¡ Qué familia! ¡Encantadora....!
- ¡ Mamá, ya vale! . Me lo has dicho en estos últimos días  mil veces. Ya lo se, ya lo se....
- Marta hija, menos mal que has venido. Tu amiga esta histérica...
- ¡Mamá!. Pero si la que estas histérica eres tu.....
Marta , su amiga desde la infancia, acababa de entrar. Compañeras en la adolescencia.Una relación de muchos años en los que juntas vivieron muchas situaciones  y momentos que marcaron una década.
   Un gran abrazo. Mirada de complicidad entre ellas.
- ¡Estás preciosa!. ¿ Te acerco los guantes?.
- Sí, gracias.
Marta fue a buscarlos. Estaban encima de la cómoda. No pudo remediarlo. Tenía un nudo en la garganta y una lágrima recorrió su rostro.
- ¿Estas llorando?.
- No. Se me ha debido de meter algo en el ojo. No te preocupes.
- Estoy muy nerviosa. No se. Quizá...
- Es normal . Estás a punto de convertirte en la esposa de uno de los hombres más ricos y guapos de la ciudad y además te quiere...
Hablaron durante un rato recordando sus años en el colegio, el instituto, la universidad, las fiestas, los amigos comunes. Tantas cosas vividas juntas...La muerte de la abuela de Diana. Una persona que significó mucho en su vida y que gracias al apoyo de su amiga lo fue superando.
Habían crecido juntas experimentado momentos felices y otros más duros pero siempre contaban la una con la otra. Y ahora  había llegado el momento en que Diana empezaba un nuevo capítulo en su vida.
- Creo que es hora de que me reúna con el resto de los invitados.- dijo Marta.
-¡ Dáme un abrazo, por favor!
Sus miradas volvieron a cruzarse .Marta acarició el pelo de su amiga.
- Siempre tuviste un pelo precioso.

Allí se encontraba sola. Quedaba poco para reunirse con su futuro marido. Se acercó a  la ventana. El jardín estaba precioso. Lleno de flores. Una alfombra blanca hacía de pasillo en medio de dos filas de bancos donde orquídeas blancas y lazos adornaban el evento. Al fondo un pequeño altar donde el padre Luis los casaría.
         Los invitados empezaban a llegar colocándose en sus sitios. Miró y entre ellos vio a su amiga Marta.
La vió alejarse.
         Se quitó los guantes, la diadema y los depositó encima de la cómoda. Dejó los pendientes, regalo de su abuela cuando cumplió dieciocho años. Con ellos se había casado y quiso que pertenecieran a su nieta. ¡Su querida abuela!. ¡Cuánto la echaba de menos!
         Abrió la puerta y bajó las escaleras  tan deprisa como pudo. Allí estaba su futuro marido que sorprendido la miró.
 - ¿ Dónde vas Diana?
-  ¡ No puedo casarme contigo! . Lo siento.Ya lo entenderás.
-   Pero ¿qué dices?
-   Mamá,¡ lo siento!.
- ¡Diana! ,¿te has vuelto loca?- le contestó su madre.- ¡Diana!
Sabía que todo el mundo la estaba mirando. Pero no le importó.
- ¡Marta!, ¡Marta! .¡ Espérame!.
-¿ Qué pasa ? .¿Dónde vas?
- Te quiero. Te he querido siempre. No puedo casarme. Sería engañarme a mi misma , mis sentimientos. No puedo... ¡Lo siento!.
La mirada de Marta se iluminó.  Su rostro cambió. No daba crédito. Abrazó a su amiga y la besó y la besó.
- ¡Yo te he querido siempre!.
Entre risas, lloros , abrazos  y besos permanecieron abrazadas ante la mirada atónita de todos los invitados.    

 -                                                                                  

jueves, 11 de octubre de 2012

   LAS FIESTAS DE MI CIUDAD.
                                                                                         


                       Estos días mi ciudad se viste de fiesta, acogiendo a cantidad de turistas que vienen a disfrutar de ellas.Las calles se llenan de alegría. Banderitas y flores adornan el entorno.
                      La ciudad se disfraza de fiesta. Gente que va y viene. Ríe , canta, , come , baila.Todo un festín digno de alegría en estos tiempos que corren. En el que la tristeza y la preocupación se ha apoderado de muchos de nosotros

                       Mi ciudad . Mi río ,ahora lleno de chiringuitos donde te puedes deleitar de dulce o salado.
No importa de donde vengas, ni quien seas, Solo que te sientas en tu casa.
                        Conciertos, ferias, globos, trajes regionales, jotas y mi querida Pilarica. Que aunque una no sea muy fervorosa , respeta y disfruta viendo como el día doce de octubre su manto se viste de colores.
 Y cómo no, nuestra querida jota. Ese canto que nace del  alma y te pone los pelos de punta.
                    
                                    Me gustaría saber la fuente
                                    en que tu te lavas para hacer
                                    mía la esencia que de ti se lleva
                                    el agua.

Esa pasarela de increíbles trajes, moños, pendientes, enaguas, calzones, chalecos, mantillas y un sinfín de preparativos que hacen que nuestra vista se deleite con ello.
En fin, un paseo por lo sencillo. Por las costumbres de una ciudad que acoge a la gente y en un  abrazo de alegría y solidaridad se comparte un poquito de felicidad.
                       
                                                                                                    María Mercader


domingo, 7 de octubre de 2012

 UNA TRISTE REALIDAD....

Aquella mañana se había levantado con un terrible dolor de cabeza. Últimamente era habitual en ella. Estaba pasando un temporada con mucho stress y su organismo le pedía descanso.
    Sonó el teléfono
- ¡Qué pronto!- pensó.
 Eran las 7,30 de la mañana. Era la voz de su cuñado. Nuevamente le pedía que acudiese al hospital . Habían vuelto a ingresar a su hermana.
    Se apresuró cuanto pudo y salió de casa. Estaba nerviosa. Hacia seis meses que no la veía Se había ausentado de la ciudad por cuestiones de trabajo y aunque hablaba con ella muy a menudo sabia que no estaba bien.
    Antonio, su cuñado,  la esperaba en la puerta del hospital.
- ¿Qué ocurre?. ¿Qué ha pasado?.
- Perdió el conocimiento en el trabajo y me llamaron. La llevaban al hospital. Está bastante mal. Lleva días. No se....
- ¿Porqué no me llamaste?. Hubiera venido antes.
- No quise decirte nada .Estabas lejos. Trabajando.... Se le ha ido de las manos.
Miranda observó cómo los ojos de su cuñado se arrasaban . Había mucho dolor en su rostro. Había envejecido . Llevaba mucho tiempo luchando...
- ¡Tranquilo.Ya estoy aquí!. Entremos a verla.
 Se impresionó. Estaba más delgada que nunca. Llevaba gotero y sonda de alimentación. Se había negado a comer.
- Irene , cariño, ¿cómo has podido llegar a ésto?
Apenas tenía fuerzas para contestar a su hermana pero una leve sonrisa asomó en su rostro.
-¡Qué alegría verte!. No puedo controlarlo. ¡No puedo más.
- Te pondrás bien, tranquila. Estoy aquí. No voy a dejarte. Te vendrás conmigo a casa . Yo te cuidaré, cariño . Yo te cuidaré....
Cerró los ojos.  Cogió la mano de su hermana.
Permaneció allí sentada observando a aquella criatura que años atrás había empezado a obsesionarse con  su peso. Una persona muy especial, inteligente y perfeccionista a la que el físico siempre le importó demasiado hasta tal punto de no poder controlar sus hábitos alimentarios.
Al principio pensaron que estaba deprimida. Coincidió con la muerte de su querido padre. Su hermana estaba muy unida a él. Pero poco a poco se dieron cuenta que los episodios se repetían incesantemente .Su cuñado le pidió ayuda. No podía con ella.
Recordaba que hacía dos años se tuvo que mudar a vivir con ellos con la intención de ayudar a su hermana .Buscaron al mejor psiquiatra, amigo de su padre. Pero todo fue inútil. Irene no ponía de su parte.
Un día se quedaron  solas y le preparó su plato preferido. Lasaña. Arregló la mesa, puso una bonita vajilla,  copas, la cubertería.... Aprovechó para hablar con su hermana e intentar que disfrutara de la comida.
No paraba de mover el tenedor  pasando  la comida de un lado a otro del plato.
-¡Irene! ! Está buenísima. Se que te gusta mucho.¡ Inténtalo, por favor!
Consiguió que su hermana disfrutara de aquel plato y hablaron y hablaron de su niñez. El primer novio, sus primeras salidas. La cosa estaba saliendo bien y Miranda sintió que podía ayudar a su hermana.
- Perdona. Voy al baño. Ahora vuelvo.
La escucho vomitar
- !Dios mío, no!.¡Abre la puerta Irene!. Por favor....!
- ¿Qué pasa?.¿ A qué viene tanto grito?. ¡ Estás loca!.
- ¡ Has vuelto a vomitar!
- ¡Mentira!
- ¿Es que no te das cuenta que si no pones de tu parte ésto no tiene ningún sentido?.¿ Te quieres morir?
- ¡ Déjame en paz!. Estoy gorda. Tú no te puedes quejar. Eres guapa, delgada. ¿Y yo qué?. No me gusto nada . Ojala me muriera.
Y rompió en llanto.
- ¡Basta ya!, Estoy aquí para ayudarte. Te quiero. Eres mi hermana pequeña. Tienes una vida, un marido que te adora, una familia que te quiere. Toda una vida por delante. Y siempre tuviste un físico estupendo....
 Ven y mírate al espejo. ¿Qué ves?.
- Me veo gorda...
Miranda empezó a desnudarse y animó a su hermana a que lo hiciera ella también.
- Mírate y mírame a mí.  Yo estoy rellenita. Peso diez kilos más que tú .
- Mira mis caderas y mis brazos. Tengo que perder. No me gusto.
Miranda se dio cuenta que su hermana ciertamente se veía así. Era más grave de lo que pensaba. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo.
Se quedó un mes con ella intentando hacer todo lo posible por ayudarla. Iban juntas a las  reuniones.
Terapias para los trastornos de la alimentación. Logró que se engordara cinco kilos. La vio sonreír y aquello las unió más. Fueron varios ingresos durante esos dos años pero volvía a recaer. Su hermana se había abandonado completamente.... y ahora se encontraba allí . Se sentía culpable. Adoraba a su hermana.
Siempre fue frágil e insegura a pesar de su gran inteligencia. Al morir su querido padre se sintió sola y desprotegida y ni siquiera su marido había podido ayudarla .Ella lo consiguió durante un tiempo....
- No tenia que haberte dejado -susurró.-
Estaba tan demacrada. No parecía su hermana. Permaneció días sentada junto a la cama del hospital. No había mejoría . Su hermana se había rendido.
Se acostó a su  lado. La abrazó mientras acariciaba su pelo. No se dio cuenta de cuanto tiempo transcurrió. Se había quedado dormida. Abrió los ojos. Estaba fría. Había fallecido . Su hermana la había dejado. Siguió
abrazada a ella mientras le cantaba una nana.
- Mi muñequita linda de cabellos de oro. Duérmete mi niña, duerme.....

lunes, 17 de septiembre de 2012


El Primer Amor

¿ Quién no se acuerda de su primer amor adolescente?. Ese que nos entumece, nos despierta los sentidos y nos hace sentirnos  especiales , diferentes, por encima de todo. Algo pleno y sublime, que nos mantiene con las hormonas alborotadas y los sentimientos a flor de piel. Que nos confunde y nos hace parecer inmortales. Esa sensación tan maravillosa que nos atrapa creyendo que será para toda la vida.
     Han pasado muchos años y Adele recuerda su primer amor, sus primeras sensaciones, sus primeras caricias, sus mariposas en el estomago. Algo real que la acompaña en sus recuerdos y que guardará el resto de su vida en lo más profundo de su corazón.
Ella tenia quince años. Él diecisiete. Se conocieron en el verano del 79. Era la primera vez que Adele iba sola de vacaciones y estaba ilusionada.
Adele era de un pueblecito de la Rivera francesa, Cagnes sur mer, donde había nacido. Su padre, de origen español, se casó con su madre. La había conocido en unas vacaciones en Francia. Para ella conocer España era uno de sus sueños. Su querido padre siempre le había contado historias de aquella tierra que lo vio nacer.
Su destino era un pueblo español situado en el pirineo, Valle de Gistaín. Allí pasaría unos días en compañía de chicos y chicas de su edad. No conocía a nadie pero no le importaba demasiado, podría ser una experiencia interesante.
Bajó del autobús y para subir al campamento tenían que andar un rato, así que cargó con su mochila y empezó a subir. Se entretuvo bastante admirando el paisaje. Era un valle precioso . A ella le encantaba la montaña.
   Se sentó a descansar un rato pues ,según le habían dicho, había unos doce kilómetros hasta subir a la explanada donde estaba situado el campamento.
     Miró hacia un lado y allí estaba. Lo había visto en el autobús pero parecía distraído. Moreno, ojos verdes, quizá un poco mayor que ella - pensó-
   - Hola, me llamo Adele, vengo de un pueblecito de la rivera francesa.
   - Hola soy José Ramón.
   - Es la primera vez que vienes, ¿no? -dijo él
   - Sí, ¿ se nota mucho?.
   - Un poco. Yo he venido tres años seguidos. Mis viejos se empeñan en mandarme aquí y esto es un aburrimiento.
   - Bueno, espero no decir lo mismo- dijo Adele.
    Le pareció serio, como si no estuviera a gusto. Se notaba que sus padres lo habían mandado en contra de su voluntad.
   Sus tiendas estaban situadas al otro lado del río, por lo que tenían cierta independencia del resto.
     Adele se presentó a sus compañeras de tienda con las que compartiría las dos semanas. Observó que la miraban y hablaban entre ellas . 
   Parecía frágil, con aquellos enormes ojos azules .Pero había una rotunda madurez en ese cuerpo de mujer-niña. Siempre despertó ciertos celos entre sus amigas. Pero ella lo ignoraba. Había ido a pasárselo bien.
     Los días que siguieron fueron especiales para Adele. Cada vez se sentía más atraída por José Ramón y se convirtieron en la parejita del campamento . Cosa que no paso inadvertida para nadie incluidos los monitores que los miraban y se sonreían.
        Habían terminado de cenar y como todas las noches asistían al fuego de campamento. Se sentaban todos alrededor y cantaban . Contaban historias. A Adele le parecía divertido pero José Ramón no pensaba igual. Así que en un momento en que los monitores estaban distraídos la cogió de la mano y ante la mirada sorprendida de ella echaron a correr.
       - ¿Qué haces?.¿ Por qué nos vamos?. Me lo estaba pasando bien....
     - Quería estar a solas contigo. Ven, vamos a la tienda. Adele lo siguió. Ella también deseaba estar con él.
 Cogió un cigarrillo y se lo encendió. Ella extrañada le pregunto:
        - ¿Por qué fumas todos los días?. Huele muy fuerte. ¿Qué es?.
        - Un porro. Me gusta. LLevo tiempo haciéndolo. ¿Quieres?
        - No se. Nunca he fumado. ¡Bueno, una caladita!.
         ¡Que asco ¡ dijo mientras tosía.
        - ¡Déjalo¡.Te sentará mal. Yo estoy acostumbrado    
     
       -¿Por qué fumas porros?
       - Me hace sentirme mejor. Me evado y por un rato soy feliz.
       - Pero, ¿qué motivos puedes tener?. Lo tienes todo.Tu mismo me lo has dicho...
      - Por eso mismo. Yo no soy como mi familia. Soy libre... Ellos están condicionados a     ser perfectos y no entienden que mi concepto de la vida es distinto. Me siento muy presionado... Tu eres distinta, Adele. Contigo me siento yo mismo. Ojala estos días no acabaran nunca.
El la abrazo y se fundieron en un apasionado beso. Aquella noche hicieron el amor y para Adele fue su primera vez. Se había enamorado de aquel chico rebelde que la hacía sentirse diferente y con el que había descubierto un montón de sensaciones y sentimientos hasta entonces desconocidos.
Se despertaron abrazados . El la besaba y le acariciaba el pelo. Ella se dejaba llevar deseando que aquello no acabara nunca.
        - Adele , será mejor que te pases a tu tienda antes de que nos pillen....
        - Sí, es verdad. Me voy.
        - ¡Oye! - dijo - ¡Te quiero!. Ella se sonrojó. 
        - Yo también . Nos vemos luego.
Los días que siguieron para Adele fueron maravillosos. Cada día se sentía más unida a José Ramón. Vivían su historia . Se alejaron del resto de sus compañeros. Algo que no paso inadvertido para nadie. Su monitora , con la que mantenía muy buena relación , habló con ella.
      - Adele, se que te has enamorado. Eres muy joven. Pero ese chico no  te conviene mucho. Sus padres ya no saben que hacer con él. Lo mandan aquí como intentando solucionar algo. Tiene un problema con las drogas. LLeva mucho tiempo coqueteando con ellas.
       - ¿Qué dices?.  Sólo se fuma un porro de vez en cuando....
       - Eres un cielo de niña . No te compliques en esto . Es solo un amor de verano...
     - ¡Basta!. No soy ninguna niña. Soy más madura de lo que parece. No me amargues mi último día aquí. ¡Por favor...!

 Se abrazaron y besaron como si fuera la ultima vez. Su carita se tornó triste y sus ojos se le arrasaron dejando fluir las lágrimas.
    - No llores - dijo él - El verano que viene iré a verte y visistaré ese pueblo tan maravilloso del que me hablas
      - Te voy a echar mucho de menos.  No quiero dejarte. Me duele mucho.
      - Te escribiré todos los días. Te quiero.
      - Y yo a ti.

Habían pasado dos meses desde entonces. Adele estaba triste. Apenas comía  y dormía. Le había escrito y no había recibido contestación alguna. Así que pensó que era mejor llamarlo.
  Esperó a que sus padres se marcharan y marcó el número:
      -Buenos días. Soy Adele. ¿Está José Ramón?
    -Hola Adele. Soy su madre. Mi hijo me ha hablado mucho de ti. El no está. Estará ausente durante un  tiempo. Ya le digo que has llamado.
     - Pero. ¿ Dónde está?
     -¡ Hija, eres muy joven!. Olvídate. Yo creo que va a ser lo mejor....
     -¡Por favor, dígame donde se ha ido!
   Hubo un largo silencio.
     - Adele, el tiene un grave problema con las drogas. Se está desintoxicando. No llames más . Y colgó el telefono.
Se vino abajo. Lloró desconsoladamente. Entonces no habían sido unos porros simplemente. Había algo más. Y lloró y lloró...

Habían pasado tres años desde entonces. Adele  había terminado el  bachiller y ese año iría a la Universidad. Estaba ilusionada.
Se había convertido en una jovencita de una gran belleza. Tenía muchos pretendientes pero ella los ignoraba. Se había volcado en sus estudios y no le interesaba nada más.
Aquella mañana se levantó pronto y bajó al buzón como venía haciendo todos los días desde hacia tiempo. Había una carta. Era para ella. Se estremeció. Era de la madre de José Ramón. Le agradecía su prudencia durante todos esos años y las cartas que le había escrito a su hijo. Le notificaba que él ya estaba rehabilitado. Había sido una dura lucha. Pero al fin estaba en casa. Les quedaba un largo camino pero con la esperanza de una vida mejor. Le mandaba un abrazo y su más sincera gratitud.
Su rostro se tornó aliviado. Aquel amor que tanto había significado para ella por fin le permitía cerrar un capitulo de su vida . Quizá lo llamaría . Quizá no... pero se sentía feliz al recordar aquel verano en el campamento de Gistaín.

viernes, 31 de agosto de 2012

La  Mentira
                                                                             

   ¿Qué se ocultaba detrás de ese rostro dulce?. Feliz en su matrimonio,  amante de su vida. Adoraba a su marido. Cinco años de matrimonio la respaldaban.
    Él era un importante empresario de Málaga. Se habían conocido en una fiesta y la atracción fue mutua. Desataron sus sentimientos y su pasión y en dos meses él le pidió matrimonio.
     Ella entusiasmada , feliz y  afortunada . No lo dudó y se convirtió en la Sra de Carlos Uceda.
 Sabía que había tenido mucha suerte. Era un buen hombre y no dudaba en complacerla constantemente. Sus actos y su mirada así lo manifestaban. Estaba enamorado.
     Aquella noche tenían una cena en casa de uno de los mejores clientes de su marido. Se jugaban  una importante venta que les dejaría mucho dinero.Quería estar muy guapa. Que él se sintiera orgulloso de ella. De hecho era una mujer extraordinariamente bella.
  -   Estás muy hermosa- le dijo cuando se disponían a salir por la puerta
  -  Gracias. Espero que esta noche sea beneficiosa y favorable para tu negocio.
  -   ¡Ojala sea así!. Hay en juego mucho dinero.
  -  Pasa, querida- y le abrió la puerta del coche para que entrara.
Rebeca pensó que era un hombre tan galante, tan pendiente de ella. No se lo merecía.
 Les abrió la puerta la criada. Les acompaño al salón y les pidió que por favor esperaran.  Anunciaría  a los señores  su llegada.
  - ¡Esto es precioso, que buen gusto! - dijo ella
Era una habitación no muy grande pero muy acogedora. Las paredes estaban llenas de cuadros, sobre todo pintura abstracta. Estanterías hasta el techo llenas de libros. Un sillón con una pequeña lámpara hacía de uno de los rincones de la estancia un lugar muy cálido y agradable.
 -  ¡ Rebeca, te has quedado ensimismada!
 -  Perdona, la verdad es que estaba pensando en lo confortable de este sitio. Invita a quedarte. ¿Verdad?
 - ¡Carlos!. ¿Cómo estás, amigo?.
 - ¡Damián! Apreciando tu buen gusto. Eso comentaba con mi mujer. Le encantó esta habitación. Ya sabes cómo les gustan a las mujeres los detalles.¡ Rebeca ! Ven. Te voy a presentar.
Ella se volvió. Su rostro se enrojeció y su voz sonó temblorosa
 - Encantada .Estaba admirando sus cuadros.
En ese momento entró la hermana de Damián.
 - Soy Teresa. Encantada. Dejémoslos hablando de negocios y ven conmigo. Te enseñaré el resto de la casa.
  Un sudor frió le recorría todo el cuerpo. 
- Quieres un poco de agua, le dijo Teresa- ¿ Te encuentras bien?
- Sí, gracias, necesito un poco de aire. Creo que estoy un poco mareada.
Entraron al comedor y allí les esperaban ellos. Carlos se acercó a su mujer
- ¿Te encuentras ya mejor?
- Sí querido, gracias.
Se sentaron a cenar. La velada iba transcurriendo tranquila. Ellos hablaban de negocios . Ellas de sus cosas. Por dos ocasiones se cruzarón sus miradas. Ella bajo la cabeza. Sintió su mirada. No le pasó desapercibida.
- Llevo observandote toda la noche y creo que te conozco.
- No creo. Me confundirás con otra persona.
- Tengo muy buena memoria para las caras-  dijo muy fríamente mientras se volvía hacia Carlos.
- ¿Te apetece una copa de coñac?. Lo tengo guardado para ocasiones muy especiales y el cierre de nuestro negocio es una de ellas.
- ¡Muy bien, encantado!. Hace días que no me tomo un buen coñac.
Rebeca necesitaba salir un instante. No podía más así que se levantó y se dirigió hacia la terraza.
- Querida, ¿Qué te pasa?. ¿Te sientes mal?.
- ¡No, tranquilo!. Tomaré un poco el aire. Me vendrá bien. Hace calor.
 Salió. Necesitaba estar sola. Respirar. Había demasiada tensión ahi dentro.
Cuando entró Carlos y Damián hablaban acaloradamente. Rebeca miró a los dos hombres.
- ¿Qué ocurre?. ¿Por qué estais discutiendo?.
-  Rebeca,  ¿conocías a Damián?. Él dice que sí.
-  No. Ya le he dicho que no. Me confundirá - dijo ella nerviosa.
-  Lo siento, Carlos. Te aprecio mucho y tú lo sabes. Te conozco hace mucho tiempo y creo que debes saber la verdad. Sabía que te habías casado pero no con esta impostora.
- ¿Que estás diciendo?.
-  He dudado cuando te vi aparecer con ella pero, aunque han pasado muchos años, la he reconocido. Me despistó el color de su pelo. Ahora va de morena. Yo la conocí rubia.
Tenía veinte años cuando me la presentaron. Tuve una relación con ella. Me absorbió el cerebro sólo para llevarse mi dinero y luego dejarme tirado como una colilla. Yo tenía entonces treinta años y estaba harto de las mujeres. Ella me ofreció frescura y juventud. Pero era su trabajo. Al tiempo me enteré que ejercía de prostituta de lujo. La conocen muchos hombres, Carlos. No creo que te convenga una mujer así dado tu estatus. Demasiado tiempo ha pasado sin que nadie la haya reconocido. Era fría y calculadora. No le importaba hacer daño a nadie ....
- ¿Es eso cierto Rebeca?.
-  Sí. Quería decírtelo - agachó la cabeza.
- ¡Ah!. ¡Gracias!. Querías decírmelo. ¡Qué considerada...!.
- ¡ Basta ya¡.  Recoge tus cosas. Nos vamos.
 Teresa se había quedado de piedra. Miraba a su hermano no dando crédito a lo que había dicho y hecho. Se fijó en Rebeca que lloraba desconsoladamente.
- Carlos, tranquilízate. Seguro que hay una explicación - dijo Teresa.
-  Tranquila. Gracias por la velada.
Dió dos besos a Teresa. Miró a Damián. Éste no le devolvió la mirada y salieron de la casa como si les persiguiera el mismísimo diablo.
Durante el trayecto a casa un silencio incómodo se apoderó del momento. La cara de ella desencajada. La  mirada de él llena de aversión como si le hubieran arrancado el alma.
Entraron en casa él se dirigió al salón donde se dispuso a servirse un whisky.
- Carlos. Lo siento. Yo no quería....
El flemático, inmune ante las palabras de ella. Impregnado de odio la miró.
- Recoge tus cosas y desaparece de mi vida. ¿Cómo has podido vivir mintiéndome y mirándome a la cara todos los días?. No hay perdón para ésto, Rebeca. Me siento humillado y engañado. 
-¡Fuera!. ¡ Vete de mi vida!.¡ Vete!.
Subió a su cuarto. Metió en la maleta alguna de sus pertenencias y bajó la escalera.
   Miró al que había sido su compañero durante cinco años. Allí estaba sentado en su sillón con la mirada perdida,
- Carlos - dijo ella. No contestó.
Se fue. Salió a la calle. Sonó el telefono. Ella atiende la llamada. Su rostro cambia.
- Rebeca, soy Damián. Has estado esplendida cariño. Te espero en una hora en la estación. Te quiero.



viernes, 17 de agosto de 2012

EL BOSQUE DE LAS HADAS


        Se adentraron en el bosque. Hacía un día precioso Se disponían a pasar la mañana disfrutando de la naturaleza.
        Empezaron  a caminar hasta llegar a la altura de una montaña en que había que desviarse por un camino que les adentraba en el bosque.
         Todos iban hablando y comentando la belleza del paisaje. Estaba ensimismada y se quedó atrás sintiendo una corriente de aire que recorrió su cuerpo y una estraña sensación la embargó.
          En algún momento perdió de vista a sus compañeros y como si conociese el camino siguió andando.
Era tal la belleza , aquellos árboles frondosos, aquel olor a pino, a musgo, a hierba . Respiró profundamente como si quisiera apoderarse de ese mundo de olores que se presentaba ante sí y disfrutó de ello.
           Miró hacía adelante.¿ Dónde estarían todos?. Lo curioso es que no sintió miedo y siguió andando.
De repente le llamó la atención una luz, como una luciérnaga que pasó ante ella. Y seguidamente otra y otra...
No sabía realmente lo que era y decidió seguirlas. El bosque se hacía cada vez más frondoso, más cerrado, pero¡ había tanta paz en aquel lugar , tanto lirismo...!
            De repente divisó en el camino un túnel.
 ¡Qué raro! - pensó - ¡ Un túnel en medio del bosque¡, pero siguió caminando. Se asomó con cuidado.Los túneles siempre le habían dado respeto, pero al parecer no le quedaba otro remedio que continuar por ese camino. Dió  el primer paso y como si de una fuerte ráfaga de viento se tratase se vio  transportada en unos segundos hacía el otro lado del túnel. Cayó al suelo. Estaba desconcertada. ¿Qué había pasado?.
 Levantó la cabeza y¡ cual fue su sorpresa! . ¡Alucinante, maravilloso, como un espejismo!. ¡Un mundo de color, de árboles de todas clases y tamaños, de flores, de mariposas!. Sus ojos recorrían todo aquello no dando crédito a lo que ocurría.
            Un enorme lago de agua cristalina y verde intenso rodeaba todo aquel paisaje lleno de vida.
Aquellas luciérnagas que momentos antes se cruzarón ante ella  iban adquiriendo forma. Eran hadas del bosque. La  rodearon y no dejaban de sonreír. Se levantó como pudo y se  vio  conducida por ellas . No paraba de mirarlas. ¡Eran seres extraordinarios, mágicos!.
             Acabó sentada en la orilla del lago rodeada de todas ellas que la  miraban y revoloteaban a su alrededor como si de pajaros de tratase. Acariciaban su pelo.La  observaban.
              Una de ellas, la más jovencita, se acercó y se posó en su  mano como si algo quisiera decirle. Extendió  su mano para tocar a aquel ser tan bello .
             - ¡Isabel , despierta!. ¿Dónde te habías metido?. ¡Estábamos preocupados. No te encontrábamos!
             - ¡Las hadas!. ¿Se han ido? y ¿el túnel?- Exclamó.
       - Pero, ¿qué dices? - se echaron todos a reír- Estabas soñando. Levanta y vámonos. Está anocheciendo. Volvamos antes de que salgan los monstruos . ¡Ja, ja, ja!.
            -¡Te juro que no ha sido un sueño, Silvia . Lo he vivido. Estaban ahí. ¡Me han protegido del bosque...!
            - Las hadas solo existen en los cuentos. - dijo su amiga-¡ Venga, date prisa!

Sabía que nadie iba a creerla pero, había sido tan real.  Antes de abandonar el bosque miró atrás y sintió esa sensación de paz y de magia que la había acompañado todo el tiempo y supo que se despedían de ella.
      Esbozó una sonrisa y siguió caminando.

jueves, 2 de agosto de 2012

veronica

                                                                                                                                                                                                                                                             
La conoció a través de una amiga. Se la presentaron. Le llamó la atención de ella su mirada . Esa mirada triste pero firme a la vez. Cara de niña pero con una larga historia que no dudó en contar.
Intimaron rápidamente y como si de toda la vida se conociesen. Les relato su triste verdad.
Llevaba doce años en España.Vino de Rumanía tras la muerte de su madre a la que adoró y cuidó hasta el final. Murió en sus brazos con lágrimas en los ojos, consciente de que había llegado el momento de abandonarla.
Huyó de su país. No podía quedarse allí. Demasiados recuerdos, demasiado dolor.....
Su único vinculo se había ido para siempre. Desde niña había trabajado muy duro.Las costumbres del país así lo exigían.
 Su madre había sido la cocinera de los militares y desde muy chiquitita la ayudaba, convirtiéndose con el tiempo en una mujer con unas grandes dotes culinarias.
Al venir a España , dada su gran belleza, conoció a muchos hombres que la pretendían, pero ella era muy tímida.
Se enamoró de un hombre mayor  que la agasajó y le regalo bonitas palabras que con el tiempo se convirtieron en el peor de los infiernos. Se casó y tuvo a su hijito Germán. Así lo llamó en recuerdo de su abuelo materno. Los malos tratos y las constantes humillaciones empezaron muy pronto y en más de una ocasión intentó huir sin ningún éxito. Él la amenazaba con quitarle a su hijo que para ella era su vida entera.
Mucho tiempo vivió así, como si de una cadena perpetua se tratará, sin la compasión de nadie ya que  estaba sola y no se atrevía a contar su amarga realidad.
Mientras hablaba se le arrasaban los ojos recordando cada momento triste de su vida, pero con una gran firmeza y valentía que la hacía todavía más hermosa.
  • ¿Queréis que siga? - preguntó      
  • Quizá os estoy aburriendo...
  • Sigue por favor.- contestaron las dos amigas a la vez.
  • Gracias.
Les contó que una mañana se levantó, cogió a su hijo y se marchó...
Pidió ayuda y afortunadamente encontró a gente buena que la escuchó. Tuvo que salir de la ciudad donde vivía y estuvo unos años  en el anonimato, compartiendo piso con mujeres en su misma situación. Fue duro pero conoció el concepto de la amistad , la solidaridad y el respeto hacia ella misma.
Durante ese tiempo nada supo de su mal tratador. Se enteró poco después de que vivía con una mujer más joven que él, y eso le permitía pensar que estaba a salvo.
Habían pasado dos años de aquella historia que no dejó indiferente a las dos amigas. Desde entonces se habían convertido en inseparables.
Vieron su evolución. Era una mujer diferente. Su mirada se transformó. Ya no era triste. Reía constantemente  como la niña que nunca pudo ser.
Se montó un pequeño restaurante,donde demostró lo buena chef que era. Y todos los viernes allí se juntaban ellas, con sus maridos e hijos como si de una gran familia se tratase, compartiendo con aquella mujer que tanto les había enseñado y a la que admiraban y respetaban para el resto de sus vidas. Se llamaba Verónica

sábado, 28 de julio de 2012

 

Siempre he pensado que todo lo que nos sucede en la vida es por algo. A veces te preguntas por qué estoy viviendo esta situación sino me la merezco. Por qué las cosas se me plantean tan dificiles si realmente yo no hago nada para ello. Todo es por algo. Quizá es lo que en ese momento necesitas para valorar y apreciar lo que te vendrá a continuación. Quizá no has hecho lo adecuado o no has actuado debidamente. Nuestro ego personal a veces nos lleva a pensar y obrar de una forma equivocada, aunque nosotros pensemos que es la acertada. Dejate llevar, que las cosas fluyan por si mismas, que todo se vaya desarrollando.
  Permanece quieto. Confía. Todo lleva su tiempo. Cree en tí, en tus aptitudes, en tu sacrificio y esfuerzo diario. Al final verás el camino. No te rindas. Todo es por algo. Si realmente quieres algo en la vida y luchas por ello al final lo consigues. Es cuestión de tiempo. De creer., de confiar. Estamos viviendo una época en que nos resulta bastante difícil estar optimistas. Todo se derrumba. Los problemas se nos apoderan. Las    deudas nos ahogan. El carácter nos cambia. Ayer creí que podría con todo, hoy me derumbo, me siento mal, no voy a salir. No es ésta la aptitud. Cree en ti mismo, lucha, confia, quiérete. Planteate metas . Lucha por ellas. Rodéate de aquellas personas que realmente te quieren , te apoyan.. Confía en tu fortaleza, en ti mismo. Sé positivo.
    El ser humano es capaz de ésto y mucho más. Lo difícil es creerlo y llevarlo a la práctica. No nos podemos dejar vencer y representar el papel de débiles y  si me lo permitís, de cobardes. Todos sabemos que la vida es lucha, para unos más que para otros, pero lucha a fin de cuentas. Cada uno tenemos que vivir con nuestra realidad y sacarle el maximo provecho. Intentando ser felices nosotros y las personas que nos rodean.
     Apóyate en la gente que te quiere, en ti mismo. Ahoga tu desesperación y por qué no, tu frustación en los buenos momentos, en los pequeños detalles de tu vida que seguramente estará llena de cosas interesantes aunque tú no te hayas percatado de ello.
      Tenemos que ser consecuentes con nuestra propia vida e intentar crecer interiormente sin que la angustia y los problemas nos dominen. Sólo así conseguiremos de alguna manera vivir dignamente y superar nuestro día a día con elegancia y optimismo, pensando que siendo positivos y no bajando la guardia conseguiremos nuestra pequeña parcela de felicidad.
                                                             

domingo, 22 de julio de 2012

 Nuestro yo verdadero. 

¿ Por qué ese miedo a mostrar nuestro interior?
 Ese pudor a desnudar algo tan íntimo como somos nosotros mismos, nuestro lado tierno, esa vulnerabilidad que nos atrapa y nos hace débiles, humanos, sensibles.
  Ese conocimiento que  vamos adquiriendo con el tiempo, con las experiencias, con la vida. A ese mundo que nos abre y cierra  puertas. Nos endurece, nos fortalece, nos enseña, nos atrapa en una cadena de sensaciones, de temores, de tristezas, de alegrías. Nos hace descubrir nuestro yo verdadero, no el exterior sino el profundo , el autentico, el único. El que no nos atrevemos a mostrar por miedo a la decepción , a que nos hagan daño, a defraudar , a no dar la talla. Esa inseguridad que no te deja ser tú mismo.
   Debemos ser auténticos. Nuestra aptitud es lo que nos convierte en esa persona que llevamos dentro,en la belleza de nuestro interior. La que transmitimos a los demás. Esa es la que nos hace diferentes, con lo bueno, con lo malo, pero nosotros mismos.
   Con esa fuerza hemos de vivir, de caminar por la vida, de transmitir, de descubrir, de fortalecer.
Cuidando nuestro interior. Otorgándole la belleza que se merece. Venciendo batallas .Vestirlo con las mejores galas y renovarlo cada día hasta encontrarnos a nosotros mismos y darnos el placer de descubrir que somos capaces de ser mejores cada día, de aceptarnos, de querernos, de mimarnos. Respetándonos y aceptando la vida que nos toca vivir y SONREÍR.
   

     Es mi  pequeño homenaje a todas aquellas personas que todavía no saben que son más bellas por dentro que por fuera. Un abrazo para todos.

    A mi maravillosa familia , en especial a mi hermana.

domingo, 15 de julio de 2012

LA ENTREVISTA



 Aquella mañana se había levantado más temprano que de costumbre. Estaba nerviosa era su primera entrevista de trabajo desde hacia mucho tiempo. Llevaría a su hija al colegio y volvería a casa. Tenía de tiempo hasta las diez. No sabía que ponerse. Quería estar elegante y discreta. El puesto era de secretaria. Algo por debajo de sus posibilidades pues ella había terminado la carrera de derecho pero nunca ejerció.
Se había casado joven con un hombre mayor que ella. El no quiso que ella trabajase y la verdad es que nunca le falto de nada. Hacía seis meses que se habían divorciado.El se había enamorado de otra mujer.  Para Noelia , que así se llama nuestra protagonista, fue un duro golpe. Tuvo que empezar a defenderse por sí misma y a pesar de lo que él   les pasaba a ella y a su hijita  no tenían bastante. Había alquilado un bonito apartamento a las afueras de Manhatan pero ella estaba acostumbrada a un nivel de vida del que no pensaba renunciar. Así que ahí estaba, dispuesta a conseguir ese puesto en una de las empresas más importantes de la ciudad.
          No lo dudó a la hora de elegir lo que iba a ponerse. Traje de chaqueta negro y camisa blanca. Le resaltaría su larga melena rubia y sus ojos azules. Sabía que era muy atractiva. Lo que no entendía cómo su marido la había dejado por otra mujer más mayor que ella. Siempre llamo la atención por su gran belleza , siendo la admiración de muchos hombres y la envidia de las mujeres. Se puso sus zapatos negros de tacón alto y salió a la calle.

            Hacía frío y viento aquella mañana y no dudo en coger el taxi que en ese momento pasaba. No quería despeinarse.

         Al llegar se detuvo un instante. Estaba nerviosa. Respiró hondo y entró.
 Un enorme hall la aguardaba. Suelo de mármol, techos altos, lámparas de araña. La verdad que impresionaba. Se dirigió hacia el mostrador donde una amable señorita le pregunto que deseaba.

  -  Buenos días. Me llamo Noelia Cartier. Tengo una entrevista a las diez con el señor Pellicer
  -  Un momento por favor. Siéntese. Yo le aviso cuando le localice.
  -  ¡ Gracias!.

Se sentó. Pensó que no le importaría nada trabajar en un sitio tan elegante. Seguramente las secretarias estaban muy bien consideradas y ella en ese momento necesitaba ese trabajo. Ya se preocuparía de ir ascendiendo pues toda su vida fue una persona muy ambiciosa y no se le iba a poner nada por delante. Estaba muy acostumbrada a vivir bien. Pero ahora había llegado el momento de demostrarlo por sí misma.
    Tan ensimismada estaba en sus pensamientos que no oyó la voz de la recepcionista que la llamaba.

  -  Señorita Noelia, perdone,¿ me oye?.
  -  Disculpe. Estaba distraída.
  -  El señor Pellicer la esta esperando. Acompáñeme, por favor.

Mientras caminaba pensaba que tenía que demostrar que ella podía ser la mejor secretaria. Hablaba inglés y francés correctamente. Sabía expresarse. Tenía presencia. Eso sí, no había trabajado nunca en su vida. Esperaba que su físico  también influyera.

  -  Pase, por favor. Siéntese . El señor Pellicer le atenderá enseguida. Gracias y buenos días.
  -  Gracias. Esperaré.

     ¡Mon Dieu¡.¡ Es alucinante¡. ¡Me encantaría trabajar en un sitio así¡ - pensó.
No se dio cuenta cuando en ese momento irrumpió en  la estancia un hombre bien parecido, de unos cincuenta y cinco años aproximadamente. Cabello blanco, ojos claros, corpulento, mirada cautivadora, semblante duro. Vestía pantalón negro y americana clara. Llevaba un polo. Nada de corbatas. A Noelia le pareció un tipo muy atractivo.

   - Siéntese, por favor. Soy el señor Pellicer, Carlos Pellicer.
   - Encantada - dijo mientras estrechaba su mano.
   -  Tome asiento, por favor. Así que usted ha venido por el puesto de secretaria...

Y antes de que Carlos Pellicer siguiera hablando, Noelia le interrumpió.

  - Sí. Disculpe. Vi el anuncio hace unos días y solicité una entrevista personal con usted. Hablo los dos idiomas correctamente. Soy licenciada  en Derecho por la Univerdidad de Oxford con muy buenas notas .La verdad es que no he trabajado nunca pues me casé muy joven y mi esposo consideró que no era necesario. Pero hace unos meses que estoy separada con una niña de 6 años y creo que ha llegado el momento de trabajar.
   Estoy segura de que este puesto  sabré defenderlo muy bien.

Noelia se fijó que mientras ella hablaba el tal Carlos Pellicer la miraba y escuchaba atentamente. En dos ocasiones intentó interrumpirla pero ella no le dejó. Necesitaba convencerle de  era la mejor candidata. 

  - Pues verá,  señorita. No tengo la menor duda de que usted esta preparada y reúne el perfil que nosotros andamos buscando. El caso es que....

Y antes de que este terminara la frase Noelia se había levantado y acercándose hasta el otro lado de la mesa donde él se encontraba se sentó  con las piernas cruzadas y cogiéndole de las solapas de la americana lo levantó  suavemente de su asiento.

  - Usted y yo formaríamos una gran equipo. ¿ No cree señor Pellicer ?.- dijo susurrándole al oído.
  - ¡Señorita!. Me parece que se está usted equivocando. Además el puesto de secretaria...

No  había terminado la frase cuando Noelia lo había atraído hacia ella. Debajo de la camisa blanca que aquella mañana se había puesto se insinuaban unos bonitos pechos que él no había podido dejar de mirar.
Colocó las manos de él sobre ellos mientras le acariciaba la entrepierna. El se dejó llevar. Era una mujer muy atractiva. Se fundieron en un apasionado beso. Sus masculinas manos le recorrieron  su cuerpo. Llegaron a su cintura y acariciaron sus piernas.  Noelia le desabrochó el pantalón mientras él la agarraba fuertemente por la cintura, subiéndole la falda y allí, sobre la mesa , dieron  rienda suelta a su pasión.
Llamaron a la puerta. Ella se apresuró a bajarse la falda. El, nervioso, se abrochó el pantalón y peinó con las manos su pelo hacia atrás.
   - Adelante
   - Hola papá. ¿Estás ocupado ?
   - No. La señorita se iba ya .- dijo,  todavía  muy nervioso
  - Nada. Era para recordarte que hoy me incorporo al puesto de secretaria. Me voy a mi despacho.  Ya vendrás cuando puedas. Tengo que comentarte algunas cosas...
   - Sí. Ahora iré.- respondió azorado.
   - Buenos días y encantada.- dijo al salir sin dejar de mirarle a ella.

La cara de Noelia se había transformado. Estaba a punto llorar , de gritar. ¡Qué había hecho?-

   - ¡Es usted un hijo de...!
  - ¡Tranquila, señorita!. No me dejó usted explicarle en dos ocasiones que el puesto de secretaria ya estaba ocupado.- le contestó el señor Pellicer mientras se dirigía hacia la puerta y volviéndose hacia ella con una sonrisa picarona le dijo:

   - Ha sido todo  un placer el conocerla. ¡Que tenga un buen día¡.- y cerró la puerta.