sábado, 15 de diciembre de 2012

RECUERDOS...


                       Recuerdo aquellas navidades asomados mis hermanos y yo a la ventana viendo nevar, cuando entonces aún nevaba para esas fechas, deseando que mamá nos dejara salir a la calle y fabricar un muñeco de nieve.
Gorro , bufanda , guantes nos acompañaban tras la supervisión de mi abuela, preocupada de que nos pudiéramos acatarrar.

¡Qué divertidos eran aquellos días! . El primer día de vacaciones que llegabas a casa dejabas la cartera y empezabas a disfrutar. Y eso que mamá nos obligaba todos los días a hacer los deberes. Pero aún así me encantaban las navidades. Nos dejaban dormir más rato y el olor a café de puchero me despertaba todas las mañanas. De ahí mi gran afición desde niña por el sabor y el olor de un buen café.

Esos días mamá no trabajaba y el taller de costura estaba cerrado hasta después de Reyes . Ella ya se había preocupado de que todas sus clientas tuvieran los vestidos para esos días. Una gran modista con una gran clientela que constantemente circulaba por mi casa . Hilos , tijeras, botones , telas de todos los colores. Un escenario en el que me crié toda mi vida. A veces me daban un trozo de tela y me enseñaban a coser. Así estaba entretenida. Lo que más me gustaba era mirar a las clientas de mamá cuando se probaban los vestidos y la agasajaban diciéndole lo bien que cosía . ¡Cuánto la admiraba!.Toda su vida entre puntada y puntada.
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Mamá venía de una familia humilde donde le inculcaron el esfuerzo y el trabajo desde niña. Estudió y cuando fue mayor decidió que  quería dedicarse al oficio de modista montando su propio taller con aprendizas en casa. Y así lo hizo. La abuela siempre la ayudaba cuidando de nosotros. El abuelo había fallecido hacía un año y mamá decidió que se viniera a vivir con nosotros.. Estaba muy triste y no era la misma desde entonces.

Conoció al abuelo siendo muy joven y habían estado juntos casi cincuenta años. La familia de la abuela no vieron bien esa boda. Él era mayor que ella, pero eso no les importó. Fue un flechazo desde el principio y a pesar de las dificultades fueron felices toda su vida.
Nos contaba que al abuelo Anselmo, cuando la guerra, lo habían dado por muerto, apareciendo días después en el monte. Y lo mal que lo pasaron hasta que terminó la guerra. Pero a ellas nunca les faltó de nada y a  pesar de que todo estaba racionado, él se preocupaba de conseguir siempre alimentos. O se iba a cazar al monte y venía con unas cuantas liebres y conejos.Cuando hablaba de él se emocionaba. Mamá nos decía que lo echaba mucho de menos.
Dura vida la de mis abuelos pero juntos lo superaron todo...
Nos encantaba cuando nos reunía a todos los nietos y nos contaba historias de su juventud. Cómo conoció al abuelo . El gran galán que era. Ella tenía dieciséis años y el veinticinco.  Ella de buena familia por lo que el abuelo les parecía poca cosa. Tenía que escaparse de casa y verlo a escondidas de su padre , el cual nunca lo aceptó. ¡Cuánto tuvo que quererlo !
Aquel rostro envejecido con el tiempo, sus ojos negros, aquella mirada triste ...escondía tanto amor,
tanta soledad...
Aquellas navidades, a pesar de que mi abuela estaba triste, logramos animarla. Mamá hizo todo lo posible porque así fuera. Había algo muy especial entre ellas dos y nos lo transmitían de tal manera que nos sentíamos muy felices.
La víspera de noche buena abuela preparada un gran pavo relleno. La cocina se vestía de fiesta , olores que embargaban toda la casa, dulces caseros. ¡Qué gran cocinera!
Subir y bajar de escaleras pues esa noche mamá nos ponía al lado de nuestro cubierto un pequeño regalo para cada uno. Normalmente yo era la que bajaba a comprar los últimos detalles. Miradas de complicidad y una gran sonrisa. Mamá siempre sonreía..
La mesa siempre bien puesta - decía la abuela - . El mantel  bordado por ella,  los cubiertos en este lado, las copas aquí , las servilletas ....cada cosa en su sitio.
Los pequeños detalles son los que nos hacen disfrutar de las cosas- Decía-¡Cuántas veces me acuerdo de ello!
Al año siguiente abuela nos dejó. Mamá nos decía que se había reunido con el abuelo y que ahora ya era feliz. Esas navidades el sitio de la abuela estaba vacío, pero con una nota que decía "Para la mejor madre y abuela del mundo".

¡ Te queremos... Siempre!


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