viernes, 17 de agosto de 2012

EL BOSQUE DE LAS HADAS


        Se adentraron en el bosque. Hacía un día precioso Se disponían a pasar la mañana disfrutando de la naturaleza.
        Empezaron  a caminar hasta llegar a la altura de una montaña en que había que desviarse por un camino que les adentraba en el bosque.
         Todos iban hablando y comentando la belleza del paisaje. Estaba ensimismada y se quedó atrás sintiendo una corriente de aire que recorrió su cuerpo y una estraña sensación la embargó.
          En algún momento perdió de vista a sus compañeros y como si conociese el camino siguió andando.
Era tal la belleza , aquellos árboles frondosos, aquel olor a pino, a musgo, a hierba . Respiró profundamente como si quisiera apoderarse de ese mundo de olores que se presentaba ante sí y disfrutó de ello.
           Miró hacía adelante.¿ Dónde estarían todos?. Lo curioso es que no sintió miedo y siguió andando.
De repente le llamó la atención una luz, como una luciérnaga que pasó ante ella. Y seguidamente otra y otra...
No sabía realmente lo que era y decidió seguirlas. El bosque se hacía cada vez más frondoso, más cerrado, pero¡ había tanta paz en aquel lugar , tanto lirismo...!
            De repente divisó en el camino un túnel.
 ¡Qué raro! - pensó - ¡ Un túnel en medio del bosque¡, pero siguió caminando. Se asomó con cuidado.Los túneles siempre le habían dado respeto, pero al parecer no le quedaba otro remedio que continuar por ese camino. Dió  el primer paso y como si de una fuerte ráfaga de viento se tratase se vio  transportada en unos segundos hacía el otro lado del túnel. Cayó al suelo. Estaba desconcertada. ¿Qué había pasado?.
 Levantó la cabeza y¡ cual fue su sorpresa! . ¡Alucinante, maravilloso, como un espejismo!. ¡Un mundo de color, de árboles de todas clases y tamaños, de flores, de mariposas!. Sus ojos recorrían todo aquello no dando crédito a lo que ocurría.
            Un enorme lago de agua cristalina y verde intenso rodeaba todo aquel paisaje lleno de vida.
Aquellas luciérnagas que momentos antes se cruzarón ante ella  iban adquiriendo forma. Eran hadas del bosque. La  rodearon y no dejaban de sonreír. Se levantó como pudo y se  vio  conducida por ellas . No paraba de mirarlas. ¡Eran seres extraordinarios, mágicos!.
             Acabó sentada en la orilla del lago rodeada de todas ellas que la  miraban y revoloteaban a su alrededor como si de pajaros de tratase. Acariciaban su pelo.La  observaban.
              Una de ellas, la más jovencita, se acercó y se posó en su  mano como si algo quisiera decirle. Extendió  su mano para tocar a aquel ser tan bello .
             - ¡Isabel , despierta!. ¿Dónde te habías metido?. ¡Estábamos preocupados. No te encontrábamos!
             - ¡Las hadas!. ¿Se han ido? y ¿el túnel?- Exclamó.
       - Pero, ¿qué dices? - se echaron todos a reír- Estabas soñando. Levanta y vámonos. Está anocheciendo. Volvamos antes de que salgan los monstruos . ¡Ja, ja, ja!.
            -¡Te juro que no ha sido un sueño, Silvia . Lo he vivido. Estaban ahí. ¡Me han protegido del bosque...!
            - Las hadas solo existen en los cuentos. - dijo su amiga-¡ Venga, date prisa!

Sabía que nadie iba a creerla pero, había sido tan real.  Antes de abandonar el bosque miró atrás y sintió esa sensación de paz y de magia que la había acompañado todo el tiempo y supo que se despedían de ella.
      Esbozó una sonrisa y siguió caminando.

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