sábado, 7 de julio de 2012

Es la vida...

 Es la vida...


  Se miró al espejo. Para tener casi 50 años se conservaba bien. Pocas arrugas. Siempre aparento menos. Tenía cara de niña. Ojos verdes, cabello rojo, nariz mediana, facciones dulces. Ella nunca se gustó pero los demás le decían que era guapa.
          Su madre siempre le había dicho que cuando nació parecía una medallita. Todas las enfermeras y médicos que ese día estaban de guardia, comentaban que hacia mucho que no veían una recién nacida tan bonita.

          Su vida la verdad que no había sido nada fácil. Tuvo una infancia buena ,eso sí. Fue la niña mimada de su madre y de su abuela paterna, con la que viajó mucho y no le falto de nada. Tuvo más hermanos pero ella siempre fue la preferida de su abuela, y eso en alguna ocasión incito la envidia de alguno de sus hermanos.

      Su madre murió cuando ella tenia diez y siete años, de cáncer . Sufrió mucho pues fueron casi dos años de agonía en los que no se separó de ella  ni un momento. Una persona que le había marcado el resto de su vida, pues la adoraba. Era el ser más dulce e inteligente que Diana había conocido  ni conocería en  los años que siguieron.
            Al morir su madre su padre conoció a otra mujer, con la que ella ni sus hermanos se llevaron nunca bien. Pretendió ocupar el lugar de su madre y eso fue inaceptable, así que cuando vieron el momento hablaron con su padre y prefirieron vivir su vida, cosa que a éste le importó poco pues no veía otra cosa que satisfacer a la que se había convertido en su amiga , amante, o lo que fuera....
            Ahora se miraba en el espejo y recordaba el día que tuvo que salir de casa ella y sus hermanos para irse a vivir con unos tíos, dejando atrás sus recuerdos, su casa, su vida hasta entonces Para los más pequeños resulto mas dramático, pero con el tiempo se darían cuenta de lo acertado de su decisión. ¡Cuanto tiempo había pasado desde entonces, y parece que fue ayer, habían tenido que luchar mucho para salir adelante, pero lo habian conseguido. Adoraba a sus hermanos y se había dedicado a ellos durante muchos años en cuerpo y alma, pero la compensación habia sido enorme porque se sentia muy querida .
          La vida le había enseñado una gran lección, la de ser feliz , haciendo feliz a los demás pues ella había sido una niña privilegiada y un tanto caprichosa y egoísta. Pero había cambiado tanto.....

         Ahora se encontraba quizá en la mitad de su vida. Una vida dura pero nunca perdió sus ganas de vivir, de luchar....
            Sabía que la vida le había puesto en muchas ocasiones entre seguir su camino o mirar a su alrededor y saber que había personas que dependian de ella.
              Cuando murió su madre se preguntaba que significado tenía todo aquello y con el tiempo descubrió que en cierta manera ella era la elegida para conducir a su pequeña familia , de la que hoy en día se sentía muy orgullosa.
              Hacia 2 años que su hermano se había quitado la vida, asi lo decidió tras años de luchar consigo mismo y quizá con el destino que la vida le había impuesto.
                   Un ser amable y cariñoso pero demasiado débil para afrontar lo que la vida le puso en el camino. Una persona demasiado sensible de la cual a todos les quedó unos grandes interrogantes que a día de hoy todavía no han sido resueltos, pero que respetan y recuerdan con gran cariño, puesto que fue su elección.
                    Ella se parecía bastante a su hermano, su físico así lo mostraba. Y ahora al mirarse al espejo se daba cuenta de ello. ¿Qué pensaría éste si la viera?. Muchas veces se reían de sus pecas, de su color de pelo panocha. El más alto, más corpulento. Ella más menuda pero con un genio igual de fuerte.Con una vida detrás de mucha lucha, de aceptación, de resignación , con ilusiones unas veces satisfechas otras no.
                    Una vida compartida durante muchos años en la que crecieron juntos interiormente, en la que compartieron muchos momentos buenos y otros malos y lograron sobrellevar como pudieron.
                       Quería recordar de su hermano. Lo alegre que fue, las ocasiones que la había hecho reír y los momentos en que la ayudó cuando ella estaba mal.
  Estaba aprendiendo a vivir  con ello. Cuántas preguntas sin responder. Cuántos recuerdos buenos y malos, cuántas cosas sin acabar...sin decirse...
                     Diana pensaba que había algo más después de esta vida o quizá eso le hacía sentirse mejor. Pensaba que su hermano y su madre se habían reencontrado y estaban juntos disfrutando de ese cariño tan enorme que una madre y un hijo son capaces de darse y que allá donde se encuentren cuidan y protegen a los demás dándoles una esperanza de vida...  
                        Pasarán  los años y cuando se mire al espejo se vera más mayor, más madura, más feliz rodeada de los suyos,compartiendo con ellos todo lo que la vida nos va otorgando y arrebatando, pero orgullosos de haber tenido esta oportunidad tan bonita que es la ¡¡ VIDA¡¡¡
                          

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