miércoles, 1 de mayo de 2013

    Diario de una Ama de .Llaves.



Aquella mañana se levantó con el presentimiento de que algo iba a ocurrir .
Peinó su larga melena y como todos los días la recogió en un moño bajo que le permitía sentirse más cómoda. Se puso su uniforme de color negro . Se miró al espejo y permaneció durante unos segundos recreando su vista por encontrar alguna arruga en el vestido o un pelo mal peinado-¡ Perfecto! -Pensó y bajó las escaleras para reunirse en el hall con el servicio y empezar a disponer las ordenes del día.
Llevaba treinta años trabajando como ama de llaves de los señores Iniston , familia adinerada de Londres,
y tenía a su cargo todo un servicio de personas que dependían de ella.
El señor Iniston había fallecido lamentablemente hacía un año y ella lo echaba mucho en falta.

La casa señorial era del siglo XVI, con jardines estilo Isabelino. Perteneció al abuelo el duque de Somerset
para luego pasar a su nieto el duque de Iniston.

Dentro de una semana Carlos, el hijo mayor, contraería matrimonio y la fiesta se celebraría en la casa de Campo. Muchos invitados acudirían al evento y ella estaba encargada de que todo saliera bien.
Empezó a dar ordenes. La plata bien limpia, la cristalería , los cubiertos, las vajillas, todo, absolutamente todo tenía que estar preparado para la ocasión.

A través de la ventana observo como un coche se detenía. Era Carlos y por la forma de andar se le notaba enfurecido. ¿Qué le ocurriría?
Entró como llevado por el diablo y se dirigió hacia ella.
- ¡Quiero verte en la biblioteca! .¡ Necesito hablar contigo!.
 Su mirada confirmó que  algo malo estaba ocurriendo. ¿ Qué tenía que decirle?.
Entró en la biblioteca y allí estaba Carlos, sentado en la mesa de su padre.
Sintió un nudo en el pecho. Desde la muerte del señor Iniston ella no había entrado en la estancia. Miró a su alrededor. La chimenea no se había vuelto a encender.
La mesa de ébano donde el pasaba tantas horas estaba impoluta. Todo en su sitio como a él le gustaba.
La mirada de él era fría y notó cierta indignación en su rostro.
- ¿ Ocurre algo Carlos ?
- ¡Tu sabrás! . ¿ No tienes nada que contarme?.
- No se a qué te refieres, la verdad.
- Clara, eres una cínica  mentirosa .
- ¿ A qué viene todo esto?.
- Mi madre me ha contado toda la verdad. Fuiste amante de mi padre durante todos estos años
Se sonrojó, sintiendo un gran estremecimiento.
- Mira , voy a ser muy sincero contigo. No me importa  lo que hicieras  con mi padre. En el fondo lo he sospechado siempre. Pero yo era un niño y no quería darme cuenta.
Creo que ya te has aprovechado bastante de la situación. Ahora entiendo por qué pasábamos los veranos aquí mi padre y yo y mi madre no venía.
Quiero que cojas tus cosas y te vayas. Mi madre viene mañana y no quiero que te encuentre aquí.
El rostro de Clara se transformó frágil mirando a Carlos a los ojos esperando su compasión, pero no recibió respuesta.
- Llevo toda mi vida con vosotros. No tengo donde ir. No puedes echarme de esa manera . Tu padre no lo hubiera permitido.
- Pero mi padre ya no esta y ahora soy yo el que toma las decisiones en esta casa. ¿Tu sabias que mi padre estaba arruinado ?
- El me dijo que los negocios no habían prosperado lo que el esperaba , pero no pensé que fuese tan grave.
- Gracias a la fortuna de mi madre podemos seguir manteniendo todo ésto. El día que ella fallezca pasará todo a mi. Tú te quedas fuera de todo ésto. ¿O qué pensabas ?. ¿ Que te dejaría parte de la herencia? ¡Ilusa...!
- ¡Jamás he buscado nada! - dijo bajando la cabeza con cierta tristeza- Solo pensaba envejecer en esta casa . La he defendido treinta años de mi vida. Conozco cada rincón de ella. El servicio, vosotros ...
Os he cuidado como si fuerais mi familia  y a ti Carlos.
- Supongo que con todos los favores que en estos años le has hecho a mi padre alguna recompensa habrás tenido. ¿No ?
- ¡No te consiento que me insultes de esa manera!. He tenido un sueldo como los demás por mi trabajo y esta casa ha funcionado gracias a mí. Nadie  me  ha regalado nada.
- Si hubieses tenido dignidad cuando murió mi padre hubieras abandonado la casa
- Tu padre no hubiera querido ésto para mí  .¡Si levantara la cabeza...!
- Nos has engañado durante años y no te lo perdono, Clara . Nos has causado dolor a mi madre y a mi.
- Carlos. ¡ Escucha!.No sé lo que te ha contado ella pero yo te  voy a contar la verdad.
  El matrimonio de tus padres fue concertado por ambas familias. Fue una boda de conveniencia . La unión       de dos patrimonios importantes  . .
Yo conocía a tu padre desde niña .y nos quisimos siempre. Pero está claro que yo, al ser de condición muy humilde,no hubiera sido aceptada nunca. Así que nos veíamos a escondidas.
Tu padre me notificó con gran tristeza que iba a casarse con tu madre. Que no tenía otra opción.  Pero me ofreció el trabajar para él como Ama de llaves. Habló con tu madre y ambos dos llegaron a un acuerdo.
Ella mantenía su estatus,  sus fiestas, sus organizaciones benéficas . Tu padre, aparte, le daba una fuerte cantidad de dinero todos los meses y la única condición que pusieron es que ni yo pisaba la casa de la ciudad y ni ella en verano  venia a la casa de campo. Solo tú con tu padre .
Fue mutuo acuerdo entre los dos y así ha sido durante todos estos años.
Yo amaba a tu padre con todo mi corazón y el a mi también. Te lo aseguro. Esa es la verdad.
-¡ Qué imaginación!. ¡ Cómo puedes ser tan....!
- Es la verdad, Carlos. ¡No te miento!. Pregúntale a ella .
Al otro lado de la puerta la servidumbre escuchaba expectante todo lo que ocurría dentro de la habitación con gran asombro.
- ¡ Basta ya !. ¡Haz tu equipaje y vete!.
- Después de todo este tiempo, lo que mas me duele es tu frialdad .Te he cuidado desde niño. ¡Te he querido tanto!.
El no contestó. No la miró a los ojos. Permaneció impasible, estoico, como si no le importara el dolor de ella.
Clara salió de la habitación encontrándose con sus compañeros que la esperaban preocupados por lo que pudiera pasar.
- ¿Qué ocurre, Clara?
-  He de abandonar la casa . Las lágrimas acecharon  su rostro
Subió las escaleras ante la mirada compasiva de los que durante tantos años habían sido su familia.
Se despojó del uniforme colgándolo con gran cuidado en el armario como si de una reliquia se tratase y con un gran aplomo y resignación cerró la puerta de su habitación siendo consciente que dejaba atrás toda una vida que ya no volvería.
Cruzó el jardín hasta llegar a la carretera .Un coche paró en ese momento y la señora Iniston se  bajó de él.
Ambas mujeres se miraron fijamente sin retirar la mirada.
- ¡ Clara!.¡ Espera por favor!
- ¿Qué quiere señora Iniston?. Ya tiene lo que deseaba.
- ¿ Le has dicho a Carlos que tu eres .... su madre ?
-  Clara la miró durante unos segundos dudando si responderle o no.
-  ¡Estese tranquila! . Es un secreto que me llevaré conmigo. ¡Le quiero demasiado!.
Y desapareció en el camino.



10 comentarios:

  1. Pues si que Clara habia dado su vida en esa casa… incluso a un hijo. Un relato precioso dentro de la tristeza que suponen esos matrimonios concertados que siempre me hacen pensar como es posible una convivencia. Y tambien la frialdad de alguna gente, en este caso Carlos, claro que él no sabia la verdad… Para él fue una gran traición esa relación.

    Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Campoazul.En aquella época los matrimonios concertados sobre todo por dinero eran muy frecuentes.
      Detrás de toda esta historia hay una historia de amor, cuyo fruto es un hijo. Un hijo que ha vivido engañado toda su vida , pero que ciertamente disfruta del Estatus que tiene gracias a una madre que solo quiere su bienestar aunque tenga que renunciar a él.
      Me alegro que te haya gustado.
      Un beso grande.

      Eliminar
  2. Me iba oliendo el final. No entiendo cómo algunas cosas de gran calibre se nos ocultan a los hijos, creo que tenemos derecho a saberlas. Una cosa es "lo social" y otra muy diferente "lo personal". Carlos vivirá engañado el resto de su vida y probablemente, su madre, tirada en un portal. ¿Es justo? No lo creo.

    Un besito, buen relato :-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Sbm. Si el final podia llegar a donde he llegado jejeje. Una historia complicada en donde dos mujeres y un hombre viven un engaño, que cara a la sociedad de entonces era lo normal. Sobre todo si a fortunas se refiere. Nuestra protagonista hace un gran esfuerzo y sacrificio porque su hijo mantenga el Estatus y pueda llegar a ser el heredero aunque tenga que renunciar a él. Aqui se manifiesta el gran amor de una madre a un hijo aunque con ello tenga que renunciar a él. Quizá con el tiempo se destape la verdad o quizá se lleve el secreto a la tumba.
      Un fuerte abrazo y yo también me alegro de ver tus piernas por aquí jajajaja

      Eliminar
  3. Hola, María.

    Los engaños y las traiciones nunca traen nada bueno.
    Me gustaría que no se llevara el secreto al cementerio y que las cosas se aclarasen con tiempo suficiente para poder amarse.

    Felicitaciones y un gran abrazo y besotes.

    ResponderEliminar
  4. Hola María

    Antes de nada disculpame, no me di cuenta de que no te había comentado porque leerte ya lo había hecho, supongo que las prisas y mi torpezan me han jugado una mala pasada.

    En la época en que tu centras el relato, efectivamente era así, primaba la clase social, y los matrimonios de conveniencia ( de hecho todavía los hay, aunque se siguen escondiendo). Me da pena ella, que por amor por amor a su hijo renunció a el toda su vida, una madre está dispuesta a todo incluso a aceptar el desprecio de un niño desagradecido que por encima es su hijo

    Un relato, lleno de romanticismo y melancolía. Me ha gustado mucho, de veras

    Un besito muy grande María

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Cote

      No te preocupes a mi a veces me pasa lo mismo leo los relatos y los contesto más tarde u otro día porque la verdad se tiene poco tiempo y a veces vamos deprisa.
      Realmente era una época en que muchos matrimonios se casaban o los casaban mejor dicho por su clase social y por supuesto por la fortuna de las familias.
      Y de ahí muchas historias de amor , infidelidades etc...
      Y la mala pasada que le juega la vida. El tener un hijo y renunciar a él porque no se averguenze de ella y así no privarle de ser el heredero. Que no hace una madre.... sea la época que sea.
      Vaya rollo que te estoy metiendo jejeje.
      Me alegro mucho de que te haya gustado y que sepas que es un placer leerte y verte por aquí.
      Un abrazo muy grande.

      Eliminar
  5. Precioso tu relato, María, aunque algo triste, pero me ha encantado, en él se transmite mucho amor, el de una madre generosa, que por el bienestar de su hijo es capaz hasta de renunciar a él.

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Maria. Tocaya.Me alegro que te haya gustado. Si realmente es una historia triste con un final triste el de renunciar a un hijo por su estabilidad y su seguridad.
      ¡Cuantas cosas no hacen o hacemos las madres por un hijo! ¿verdad? Aunque esta lo sobrepasa. La época que se vivía entonces era muy proclive a este tipo de matrimonios concertados y ella acaba perdiendo después de toda una vida de sacrificio y amor.
      Gracias por acercarte ha sido un placer.
      Un beso grande Maria

      Eliminar
  6. Qué hermoso relato María, cuánto amor y cuánto sacrificio el de esa mujer, madre y amante.

    Me he emocionado al leerlo. Un abrazo desde mi mar.

    ResponderEliminar